Llegó en el 72
Siento que el jazz es un lenguaje privilegiadamente de libertad y de búsqueda, más que cualquier otro tal vez. No sólo en México, sino principalmente en Estados Unidos ha habido un movimiento de represión hacia esa veta del jazz.
El jazz siempre ha sido un movimiento político. Y las vanguardias del jazz son naturalmente subversivas y políticas. No en el aspecto panfletario. Actualmente oír un solo de un instrumento ya es subversivo porque generalmente los medios o la sociedad lo que quieren son puras cosas de imagen, cosas rápidas y ya hechas, poca individualidad. En cambio en el jazz lo que importa muchas veces es ese carácter individual.
La situación de los jazzeros [en México] sí es muy triste, sobre todo porque hay una reverencia hacia los jazzistas por su obra no jazzística. Es decir son muy reverenciados.