Cuando pierdes un hijo, carta a René por Edilberto Peñaloza

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Cuando pierdes un hijo, pierdes la vida. Lupita y yo perdimos la vida. Con la partida de René ante esto no hay consuelo, nada de lo que te dicen te ayuda, frases que de buena fe quieren darte confort pero nada calma el dolor que significa la partida de un ser que Dios nos mandó para culminar nuestro matrimonio. Es tanto el dolor que no conocemos, una palabra que exprese esta pérdida irreparable, al que pierde sus padres es huérfano, al que pierde a su esposo o esposa es viudo o viuda pero para los que pierden a un hijo no existe calificativo. 

René, tu mami y yo no hemos podido superar ese dolor que se magnifica y a medida que el tiempo transcurre viene a nuestra mente todo lo que hiciste en tu corto peregrinar por este mundo.

Nos diste grandes satisfacciones como niño en la primaria, secundaria y profesional, fuiste una persona que destacó por su dedicación y su constancia. Escalaste a lo más alto en donde estuviste. 

En lo humano conviviste plenamente y tus amigos condiscípulos y todas las personas de tu entorno guardan una imagen de ti que difícilmente olvidarán, como amigo y como persona siempre diste lo mejor. Nunca escatimaste ningún ápice de tu gran compañerismo dispuesto a entregarte mostrando un gran afecto por todos. 

Como profesional diste la evidencia de tu talento en lo que hiciste en el cine, desde la adolescencia en la música, compartiste con tus amigos, maestros y alumnos la sabiduría y gran conocimiento que en tan corto tiempo de tu camino en este mundo pudiste acumular. 

Lamentablemente Dios nos privó de tu presencia siendo aún muy joven y no nos dio la oportunidad de disfrutar de todo lo que traías en mente. Eso aumenta nuestro dolor, pero sigues presente entre todos y tu presencia nos ilumina.

René, hijo, te extrañamos tanto que siempre que hay oportunidad hablamos de ti y de tus logros. Saber que algún día compartiremos el lugar donde te encuentras, esto nos da un poco de confort. Todos te tenemos en lo más profundo de nuestro corazón y siempre nos entristece tu partida y así surge el ¿por qué? A nuestro único hijo y siendo tan joven, con un futuro prometedor del cual fuimos privados.

Vives y vivirás en el corazón de todos, te extrañaremos por siempre.

¡Hasta pronto!

Tu papá.

P.S.

René, donde quiera que te encuentres seguramente sabes que el homenaje que se te está haciendo, de integrar tu libros, acetatos y películas al Centro de Capacitación Cinematográfica bajo el nombre: Colección René Peñaloza Galván, es obra de nuestra muy querida amiga Paulina del Paso. René, seguramente te unes a nuestro agradecimiento porque gracias a su afecto y estima ha sido posible la realización de este gran sueño, en el que también participa tu amigo Alfredo Loaeza, Director del Centro de Capacitación Cinematográfica, así como Claudia Prado, Subdirectora de Investigación y Divulgación, Rodrigo Mota, Jefe del Departamento de Acervo y Tránsito y todo el equipo del CCC. Sin su invaluable apoyo esto no sería posible.

Gracias infinitas a todos ustedes. Gracias de todo corazón.

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